Decisiones. Solo decisiones. Se escuchara a papa sermoneando, a pastor en predica o a amigo profundo pero es cierto… La vida se basa en decisiones.
El otro día tome una de la cual creo y espero voy a aprender bastante. Fue un momento de honestidad conmigo mismo y con la otra persona, sentí como en las caricaturas el angelito paradito en mi hombro y el diablito del otro lado (el Clásico! diría el Teco); fue algo tan real, llegue al punto de hablarle y decirle "mire de verdad siento que…" y tome la decisión correcta. Una decisión que se basa en el titulo de la entrada. Hace tiempo hubo una "moda" en los Estados así tipo aquellas pulseritas amarillas contra alguna enfermedad o rosaditas contra el cáncer de mama o sencillamente de algún otro color que decía alguna frase. Esa moda era como collarcitos, stickers de bumbers, pulseritas, calcomanías cositas así… Decía las iniciales ¿WWJD? o ¿What Would Jesus Do?. Mi decisión no fue sencilla. Jamás en mi vida me había hecho esa pregunta tan seriamente y si la hice no recuerdo haberla seguido como la seguí ese día. Se lo comente a ella (y me pelo) osea empecé a hablar del el fondo de mi, sin muladas (va… una que otra) inclusive llegue a hacerme la pregunta en voz alta (no se que pensó ella en verdad) pero lo tome tan enserio que seguí la pregunta y le tome una importancia tan grande que mi decisión gracias a Dios fue la correcta. Tal vez lo que escriba ahorita no tenga mucho sentido pero no me quiero enfocar tanto en que paso o porque tome la decisión sino en darle todo el crédito a esas iniciales.
De regreso a mi casa me preguntaba y hablaba solito en el carro (aunque en realidad sabia que El estaba conmigo escuchándome, no me contesto pero se lo deje pasar (Dios)) mi mismo me respondía y llegamos a la conclusión de sacarle provecho a esas aparentemente sencillas iniciales. Qué pasaría si es aplicable a todas las decisiones? Qué pasaría si al momento de recordarlas y repetirlas me sirvan a mi? Le decía yo a Dios que me gustaría poder tener esa fuerza. Poder ponerme serio y decirme Qué haría Jesús? La gente o el mundo podrá parecerle ridículo o un poco hipócrita porque tal vez en una circunstancia critica lo que menos haga es preguntarme eso y tomar la decisión equivocada pero es precisamente a lo que quiero llegar. No a tomar la decisión equivocada obviamente sino a recordarla y hacerla tan mía que mientras menos me caiga pues mejor. Le comentaba (a Dios) que aunque en el pasado yo había hecho "promesas" o había dicho con completa seriedad no hacer algo o cumplir cierta cosa, no lo haya cumplido; no quería volver hacerlo y quería poder tatuarme esa frase (no literalmente aunque no sería mala idea) sino tatuarme mentalmente la frase y poder cambiar.
Mas que una moda porque no quiero que pase de.
MaPp
El Real Madrid de las 6... pero veces eliminados...
Pero al menos nos igualaron en algo del año pasado... hay q ver el lado positivo.
Pd. Y tambien consiguieron el triplete... (Alcorcon, Lyon y el 2-6)
Més que un club
El Cuarto
En ese lugar en medio de el estar despierto y estar dormido, Me encontré a mi mismo en El Cuarto. No había nada distintivo excepto por una simple pared cubierta con pequeñas carpetas llenas de cartas y archivos. Estaban ordenadas como en las librerías, listadas por autor o tema en orden alfabético.
Pero estos Archivos que estaban desde el Suelo hasta el Techo parecían tener una dirección sin fin, tenia diferentes encabezados. Mientras dibujaba mis pasos sobre la pared de archivos, el primero en llamar mi atención fue uno que leí con el encabezado "chavas que me gustaron". La abrí y comencé a hojearlo. Rápidamente lo cerré… entre en un mínimo estado de shock y la sorpresa me ataco por haber conocido cada uno de los nombres escritos en las hojas.
Y de repente sin que nadie me dijera nada, Sabía Exactamente donde estaba.
Este cuarto sin vida con los pequeños archivos era un crudo catálogo de mi vida. Aquí estaban escritas las acciones de cualquier momento que haya vivido, largo o corto, en un detalle que no encajaba en mi memoria. Un sentido de Sorpresa y curiosidad mezclado con horros sentí sobre mí mientras al azar abría los archivos explorando su contenido.
Algunos me trajeron gozo y dulces memorias; otros un sentido de verguenza y arrepentimiento tan intense que me hacia voltear sobre mi hombre para observar si alguien me estaba viendo.
Una Carpeta nombrada "Amigos" estaba junto a otro marcado "Amigos que e Traicionado". Había toda Clase de titulares desde lo mínimo hasta lo que ni yo mismo recordaba, desde lo obvio hasta lo raro, "Libros Que Leí", "Mentiras que dije", -"Apoyo que di" "Bromas que Disfrute" Algunos Realmente Graciosos: "Cosas que les grite a mis hermanos" hasta otras que no causaron tanta gracia: "Cosas que hice en mi enojo", "Cosas me trague para no decirle a mis papas". Mi sorpresa nunca acabó al ver esos contenidos.
Muy seguido hubieron muchas mas tarjetas de las esperadas. Otras mucho menos de lo que pensé. Era abrumador ver el volumen de la vida que tuve. Podía ser posible que hubiera tenido el tiempo en mi edad de llenas todas esas miles o acaso millones de tarjetas? Pero Todas confirmaban la verdad. Todas tenían mi caligrafia, mi letra, mi pésima letra. Todas con mi firma.
Cuando jalé un folder marcado "Programas de TV que ví", Me di cuenta que los archives crecían por su contenido. Las tarjetas estaban apretadas, y aun después de 4 o 6 metros de verlo, no parecía encontrarle final al archivo. Lo cerré, avergonzado, no por los programas que vi mas bien por el vasto tiempo que ese archive representó en mi vida.
Cuando encontré el archive nombrado "Pensamientos Lujuriosos" sentí que un escalofrió recorrió mi cuerpo. Saque la carpeta tan solo unos centímetros sin el convencimiento de verlo completamente o sacar una página del mismo. Me estremecía su detallado contenía.
Me enfermó pensar que dichos pensamientos y momentos pudieran ser grabados. Una rabia casi animal se rompió en mí. Un pensamiento domino mi mente: Nunca nadie tiene que ver esto! Nunca nadie tiene que ver este cuarto! Tengo que destruirlo! Con locura demente arranque el archivo. Su tamaño no importaba en ese momento. Tenía que vaciar el contenido y quemarlo. Cuando trate de tomar una tarjeta, una unión somato el piso, no podía despegar una sola tarjeta. Me desesperé, quería despedazar las tarjetas sin darme cuenta que eran tan fuertes como el acero.
Derrotado e indefenso, devolví el archive a su puesto, Apoye mi frente a la pared, solté un largo suspiro de vergüenza y lastima hacia mí mismo.
Y después lo vi. El título grabado "personas a las que le compartí el Evangelio". La manija del archivo brillaba mas que cualquiera de las que le rodeaban, nueva, casi sin usar. Jale el archivo y una pequeña caja de unos 10 cms cayó a mis manos. Podía contar las cartas con una mano.
Y después vinieron las lágrimas, me envolví en llanto. Sentí un sollozo tan profundo que me lastimó. Empezó en mi estómago hasta expandirse por mi cuerpo. Lo sentí en mis rodillas y lloré. Lloré de vergüenza, por la abrumadora vergüenza de todo. Las hileras del archivo se arremolinaban en mis ojos llenos de lágrimas. Nadie puede nunca. Nunca saber de este cuarto. Pero después cuando limpiaba mis lagrimas, Lo Ví.
No, Por favor, no El. No aquí. No, cualquiera menos Jesus. Lo mire sin impotente caminar por el cuarto abriendo los archives y leyendo las carpetas tarjeta por tarjeta. No soportaba imaginar su respuesta. Y en los momentos que me atrevía verlo a la cara, veía un dolor mas profundo que el mío.
Parecía ir intuitivamente hacia las peores cajas. Por qué tenía que leerlas todas? Finalmente volteo y me miró desde el otro lado del cuarto. Me vio con lastima en sus ojos. Pero era una lástima que no me enojaba. Baje mi cabeza, cubrí mi rostro con mis manos y me fundí en llanto de nuevo. Camino hacia mí y poso su brazo a mí alrededor. Pudo haber dicho tantas cosas. Pero no salió palabra de su boca. Solo lloró conmigo.
Entonces se levanto y camino de vuelta a los archives. Empezó al final del cuarto, tomo El un archivo, y uno por uno comenzó a inscribir su nombre sobre cada tarjeta. "NO!" Le grité apresuradamente. Todo lo que pude decir era "No, no," mientras jalaba la tarjeta de Sus manos. Su nombre no merecía estar en estas cartas, Pero ahí estaban, escritas en un rojo tan puro, tan oscuro, tan vivo. El nombre de Jesús Cubría el mío. Estaba escrito con su sangre. El gentilmente tomo devuelta la tarjeta, Sonrió una triste risa y empezó a firmar las tarjetas. Pienso que nunca entenderé como lo hizo tan rápido, pero al instante lo observe en el último estante caminando de vuelta a mi lado.
Colocó su mano sobre mi hombro y dijo, "Termine". Me pare, y me llevo del cuarto.
"Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece."- Fil. 4: 13 " Porque tanto amó Dios al mundo que mando a su hijo único para que todo aquel que en el crea no perezca sino que tenga vida eterna.
Mi archivo de "personas con las que compartí el evangelio" acaba de crecer, y el tuyo?
